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lunes, 10 de noviembre de 2014

OBESIDAD Y EJERCICIO FÍSICO: PARTE 1.



La Real Academia de la lengua Española define la obesidad como: “cualidad de un obeso siendo este una persona excesivamente gorda”. Es decir, hemos de entender que una persona no es gorda en función de la cantidad de Kilogramos que la báscula de peso indica al posicionarse sobre ella, si no en función del volumen de grasa presente en el cuerpo. La etiopatogenia del  término de obesidad es poco conocida aunque se cree que puede deberse a una serie de factores sociales, ambientales, culturales, metabólicos y genéticos. Durante los últimos años de este siglo, estos factores han estado influyendo en un incremento muy vertiginoso de la prevalencia de la obesidad – y por tanto aumento del porcentaje de grasa corporal - en toda la población mundial. Los datos de la Organización Mundial de la Salud indican que al menos 300 millones de personas padecen obesidad en el planeta Tierra. Este aumento global es muy alarmante dado que la obesidad no solo está afectando a un amplio campo geográfico de la población mundial, sino también está afectando desde edades muy prematuras.

En España el índice de obesidad es del 15,5% de la población total y en los jóvenes las cifras de obesidad y de sobrepeso ascienden hasta un 13,9% y un 12.4% respectivamente (Estudio DORICA). En este punto es importante indicar que no se debe confundir entre obesidad y sobrepeso puesto que este último término se diferencia respecto del primero en que los valores de porcentaje de grasa en el cuerpo son inferiores en una persona con sobrepeso si se compara con una persona obesa. Hemos de concienciarnos de la importancia del tratamiento de la obesidad, pero también de la prevención de la obesidad desde la infancia. Esto es de vital importancia debido al proceso de síntesis y reproducción celular:

·  Los adipocitos son las células que se encargan, entre muchas otras funciones, de almacenar grasa y de conjuntarse en forma de tejido adiposo el cual produce moléculas inflamatorias e inmunes que pueden estar involucradas en las complicaciones asociadas a la obesidad. En este punto es donde radica la afirmación de que el obeso se encuentra en un estado inflamatorio que es muy visible a nivel estético (Clement et al., 2004; Mahehcha y Rodrigues, 2008). 

·  A medida que el adipocito va almacenando más y más grasa, y por consecuencia su tamaño va aumentando, hay un momento en el que el adipocito ya no puede crecer más y este se duplica o triplica aumentando el número de células adiposas en el cuerpo. A este proceso de la división celular adiposa se le denomina “Hiperplasia” y es sumamente importante evitar llegar a este situación ya que una vez se ha “hiperplasiado” se podrá reducir el tamaño de los adipocitos, pero no la cantidad  de estas células (Hirsch et col., 1989). De este modo, un niño o un adulto que tenga un largo historial de obesidad seguramente se encuentre en esta situación lo que supondrá que la reducción de la grasa corporal supondrá un camino arduo o que será necesario pasar por el quirófano.




Por estas razones es importante adquirir hábitos saludables que ayuden a prevenir la obesidad en las distintas etapas de la vida. Sin embargo, la realidad es que la obesidad es un hecho que afecta notablemente a nuestra sociedad y que tenemos que hacer frente desde distintas disciplinas como la nutrición, la medicina, la psicología y por supuesto el ejercicio físico. Este equipo multidisciplinar, que debe actuar de modo interdisciplinar, es muy importante para el tan complejo tratamiento que la obesidad conlleva. Esta enfermedad es tan compleja por la cantidad de cambios hormonales, celulares, enzimáticos que se producen en el organismo y que están asociados a otra serie de enfermedades –Hipertensión arterial, dislipemias, hipercolesterolemia, sedentarismo, etc-.

Para que nos entendamos todos, ¿Qué ocurre a modo general en el organismo de en un obeso?








La hormona de CRECIMIENTO (GH) y la TESTOSTERONA presenta valores muy bajos.

Este bajo estado de estas dos hormonas provoca una disminución progresiva de la masa muscular, algo que hay que evitar a toda costa.




Los valores de la INSULINA son exageradamente altos dando lugar a un anabolismo de las grasas, entre otras consecuencias.

Los altos valores de la hormona INSULINA provocan que se almacenen más grasas.





Resistencia a la LEPTINA

Se produce una resistencia a la LEPTINA que es la hormona que transmite información al cerebro acerca de la saciedad. Si por tanto existe una resistencia a esta hormona, se deberá comer más cantidad para llegar a un estado de saciedad.


El transportador GLUT-4 se encuentra prácticamente inhibido.

Este transportador ayuda a conducir la glucosa al interior celular para poder ser utilizada como energía y por tanto poder desprenderse de esa glucosa que esta en exceso en el organismo del obeso.


Dificultad en la Movilización de las grasas

Debido a la cantidad de tejido adiposo, la irrigación sanguínea en zonas con grandes cantidades de grasa es muy dificultosa . Por tanto, será muy difícil el “absorber” dicha grasa para ser utilizada y quemada. 


Resistencia a la lipoproteinlipasa

La lipoproteína lipasa (LPL) es un enzima localizado en los capilares sanguíneos, su función es degradar los triacilgliceroles, un tipo de grasa presente en el torrente sanguíneo y el tejido adiposo (TAG).


Aumento de una serie de factores que dan lugar a la formación de ateromas.

Los ateromas afectan a las arterias provocando una reducción  parcial o total del diámetro de estas y una resistencia al paso de la sangre. Esta situación puede afectar muy gravemente a la salud.



Ejercicio físico como parte del tratamiento.

        El entrenamiento de fuerza es la opción más recomendable para la pérdida de grasa.

        El entrenamiento de fuerza provoca una respuesta hormonal que favorece la pérdida de grasa de         manera más óptima si se compara con entrenamiento cardiovascular de larga duración.

         El entrenamiento de alta intensidad interválico (HIIT) es una opción muy recomendable para el           tratamiento de la obsesidad y la pérdida de grasa.

         El entrenamiento en ayunas no parece ser una buena opción para la pérdida de grasa.

         El entrenamiento de fuerza y HIIT provocan un aumento considerable del metabolismo basal que       provocará que la quema de calorías a lo largo del día sea mayor.
                       
       
A continuación se han expuesto de forma general algunos aspectos sobre el ejercicio físico en personas con esta patología. En el próximo artículo, tendréis a vuestra disposición las respuestas a los aspectos planteados en cuanto al tipo de ejercicio y el modo de llevarlo a cabo en obesos, en personas que padecen sobrepeso y en personas que quieren reducir su volumen de grasa corporal.

¡OJO!, No hay que olvidar que el tratamiento de la obesidad, el sobrepeso y la pérdida de grasa no ha de limitarse a las simples recomendaciones presentadas en un blog, si no que el tratamiento ha de realizarse por profesionales del ejercicio físico y la salud.

David Rodríguez Elcorobarrutia.
Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

Referencias Bibliográficas.

Aranceta Batrina J, Serra Majem LL, Foz-Sala M, Moreno Esteban B y grupo colaborativo SEEDO (2005). Prevalencia de obesidade en España. Med Clin (Barc); 125:460-6.
Bellido D (2006). El paciente con exceso de peso: guía práctica de actuación en atención primaria. Rev Esp Obes; 4(1): 33-34.

Fisiología del ejercicio. Editorial Panamericana (2006).

Gale SM. Castrance VD, Mantzoros CS (2004). Energy homeostasis, obesity and eating disorders: recent advances in endocrinology. J Nutr. Feb; 134(2):295-8.

Hirsch et col., 1999. The fat cell. Med Clin of North America. Vol 73, nº 1 January, 1989 p 79-93.
Leptina y obesidad. Anales. Sis San Navarra, vol 25 (supl.1): 53-64.

SEEDO (2000). Consenso SEEDO 2000 para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de criterios de intevención terapeútica. Med Clin 115:587-597.

Wilkinson JR, Walrond S, Ells LJ, Summerbell CD (2007). Surveillance and monitoring. Obesity Reviews 8 (Suppl 1): 23-29.


1 comentario:

  1. interesante lo de la hipertrofia e hiperplasia de los adipocitos, pero tengo una pregunta, ¿los adipocitos solo crecen y se dividen formando más adipocitos o también llegan adipocitos nuevos y se acumulan junto a ellos?

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