La
Real Academia de la lengua Española define la obesidad como: “cualidad de un
obeso siendo este una persona excesivamente gorda”. Es decir, hemos de entender que una persona
no es gorda en función de la cantidad de Kilogramos que la báscula de peso
indica al posicionarse sobre ella, si no en función del volumen de grasa
presente en el cuerpo. La etiopatogenia del término de obesidad es poco conocida aunque se
cree que puede deberse a una serie de factores sociales, ambientales,
culturales, metabólicos y genéticos. Durante los últimos años de este siglo,
estos factores han estado influyendo en un incremento muy vertiginoso de la
prevalencia de la obesidad – y por tanto aumento del porcentaje de grasa
corporal - en toda la población mundial. Los datos de la Organización Mundial
de la Salud indican que al menos 300 millones de personas padecen obesidad
en el planeta Tierra. Este aumento global es muy alarmante dado que la
obesidad no solo está afectando a un amplio campo geográfico de la población
mundial, sino también está afectando desde edades muy prematuras.
En
España el índice de obesidad es del 15,5% de la población total y en los jóvenes
las cifras de obesidad y de sobrepeso ascienden hasta un 13,9% y un
12.4% respectivamente (Estudio DORICA). En este punto es importante indicar
que no se debe confundir entre obesidad y sobrepeso puesto que este último
término se diferencia respecto del primero en que los valores de porcentaje de
grasa en el cuerpo son inferiores en una persona con sobrepeso si se compara con una persona obesa. Hemos de
concienciarnos de la importancia del tratamiento de la obesidad, pero también
de la prevención de la obesidad desde la infancia. Esto es de vital importancia
debido al proceso de síntesis y reproducción celular:
· Los adipocitos son las
células que se encargan, entre muchas otras funciones, de almacenar grasa y de
conjuntarse en forma de tejido adiposo el cual produce moléculas
inflamatorias e inmunes que pueden estar involucradas en las complicaciones
asociadas a la obesidad. En este punto es donde radica la afirmación de que el obeso se encuentra en un estado inflamatorio que es muy visible a nivel estético (Clement et al., 2004; Mahehcha y Rodrigues, 2008).
· A medida que el adipocito
va almacenando más y más grasa, y por consecuencia su tamaño va aumentando, hay
un momento en el que el adipocito ya no puede crecer más y este se duplica o
triplica aumentando el número de células adiposas en el cuerpo. A este proceso de
la división celular adiposa se le denomina “Hiperplasia” y es sumamente
importante evitar llegar a este situación ya que una vez se ha “hiperplasiado”
se podrá reducir el tamaño de los adipocitos, pero no la cantidad de estas células (Hirsch et col., 1989). De
este modo, un niño o un adulto que tenga un largo historial de obesidad
seguramente se encuentre en esta situación lo que supondrá que la reducción de
la grasa corporal supondrá un camino arduo o que será necesario pasar por el
quirófano.
Por
estas razones es importante adquirir hábitos saludables que ayuden a prevenir
la obesidad en las distintas etapas de la vida. Sin embargo, la realidad es que
la obesidad es un hecho que afecta notablemente a nuestra sociedad y que
tenemos que hacer frente desde distintas disciplinas como la nutrición, la
medicina, la psicología y por supuesto el ejercicio físico. Este equipo
multidisciplinar, que debe actuar de modo interdisciplinar, es muy importante
para el tan complejo tratamiento que la obesidad conlleva. Esta enfermedad es
tan compleja por la cantidad de cambios hormonales, celulares, enzimáticos que
se producen en el organismo y que están asociados a otra serie de enfermedades –Hipertensión
arterial, dislipemias, hipercolesterolemia, sedentarismo, etc-.
Para
que nos entendamos todos, ¿Qué ocurre a modo general en el organismo de en un obeso?
La
hormona de CRECIMIENTO (GH) y la TESTOSTERONA presenta valores muy bajos.
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Este
bajo estado de estas dos hormonas provoca una disminución progresiva de la
masa muscular, algo que hay que evitar a toda costa.
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Los
valores de la INSULINA son exageradamente altos dando lugar a un anabolismo
de las grasas, entre otras consecuencias.
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Los
altos valores de la hormona INSULINA provocan que se almacenen más grasas.
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Resistencia
a la LEPTINA
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Se
produce una resistencia a la LEPTINA que es la hormona que transmite
información al cerebro acerca de la saciedad. Si por tanto existe una
resistencia a esta hormona, se deberá comer más cantidad para llegar a un estado
de saciedad.
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El
transportador GLUT-4 se encuentra prácticamente inhibido.
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Este transportador
ayuda a conducir la glucosa al interior celular para poder ser utilizada como
energía y por tanto poder desprenderse de esa glucosa que esta en exceso en
el organismo del obeso.
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Dificultad
en la Movilización de las grasas
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Debido
a la cantidad de tejido adiposo, la irrigación sanguínea en zonas con grandes
cantidades de grasa es muy dificultosa . Por tanto, será muy difícil el “absorber”
dicha grasa para ser utilizada y quemada.
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Resistencia
a la lipoproteinlipasa
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La lipoproteína
lipasa (LPL) es un enzima localizado en los capilares sanguíneos, su función
es degradar los triacilgliceroles, un tipo de grasa presente en el torrente
sanguíneo y el tejido adiposo (TAG).
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Aumento de una serie de factores que dan lugar a
la formación de ateromas.
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Los
ateromas afectan a las arterias provocando una reducción parcial o total del diámetro de estas
y una resistencia al paso de la sangre. Esta
situación puede afectar muy gravemente a la salud.
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Ejercicio
físico como parte del tratamiento.
El entrenamiento de fuerza provoca una respuesta hormonal que favorece la pérdida de grasa de manera más óptima si se compara con entrenamiento cardiovascular de larga duración.
El entrenamiento de alta intensidad interválico (HIIT) es una opción muy recomendable para el tratamiento de la obsesidad y la pérdida de grasa.
El entrenamiento en ayunas no parece ser una buena opción para la pérdida de grasa.
A
continuación se han expuesto de forma general algunos aspectos sobre el
ejercicio físico en personas con esta patología. En el próximo artículo, tendréis a vuestra
disposición las respuestas a los aspectos planteados en cuanto al tipo de
ejercicio y el modo de llevarlo a cabo en obesos, en personas que padecen
sobrepeso y en personas que quieren reducir su volumen de grasa corporal.
¡OJO!,
No hay que olvidar que el tratamiento de la obesidad, el sobrepeso y la pérdida
de grasa no ha de limitarse a las simples recomendaciones presentadas en un
blog, si no que el tratamiento ha de realizarse por profesionales del
ejercicio físico y la salud.
David
Rodríguez Elcorobarrutia.
Graduado
en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
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interesante lo de la hipertrofia e hiperplasia de los adipocitos, pero tengo una pregunta, ¿los adipocitos solo crecen y se dividen formando más adipocitos o también llegan adipocitos nuevos y se acumulan junto a ellos?
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